Cómo una cultura organizacional fuerte genera mejores resultados durante una crisis
Algún día miraremos al pasado y hablaremos de los negocios en términos de antes del primer trimestre del 2020 y después del primer trimestre del 2020. Los abruptos cambios globales que se dieron como respuesta ante el COVID-19, provocaron incertidumbre y preocupación entre muchos líderes que estaban batallando para conducir su negocio exitosamente durante la turbulencia. Pero la historia nos muestra que muchos grandes líderes -y sus compañías- se forjaron durante una crisis.
Un estudio recientemente publicado por Harvard Business Review (HBR) señala en su investigación que mientras 17% de las compañías que cotizan en la bolsa obtuvieron muy malos resultados (por ejemplo bancarrota, salida de la bolsa, etc.) durante las recesiones de 1980, 1990 y el 2000, 9% de esas organizaciones tuvieron éxito sobrepasando incluso a sus competidores.
Entonces, ¿qué puede hacer una empresa ante esta inminente recesión para asegurar su estabilidad -e incluso superar a su competencia-? Yo creo que la respuesta se encuentra en cómo ellas moldean e impulsan su cultura organizacional. El rol de la cultura organizacional fuerte en tiempos de crisis es crucial.
Contar con data e insights permite un mejor entendimiento de lo que sucede en una organización, haciendo que las compañías puedan salir de una crisis más fuertes y mejor posicionadas. Para lograrlo, deben entender de manera clara cómo se dan las relaciones entre sus colaboradores, ayudándolos a cultivar los vínculos de forma tal que tengan un impacto positivo en el negocio como por ejemplo en la eficiencia, la innovación, la comunicación y la inclusión. La importancia de la cultura organizacional fuerte reside en ese rol de entender y fomentar esas conexiones.
Las organizaciones que tienen grandes cantidades de colaboradores trabajando remotamente o distribuidos en distintas locaciones, son quienes recibirían beneficios mayores al invertir en estrategias de cultura organizacional que mantengan la solidez de las relaciones entre colegas.
A medida que las empresas se adaptan y ajustan su estrategia para asegurar la continuidad de sus operaciones es crítico que entiendan las conexiones entre las personas y vean el impacto que tienen en el negocio.
Promoviendo la eficiencia
De acuerdo al artículo de HBR “Mejor People Analytics” (otoño 2019, edición especial), cuando los miembros de un equipo están profundamente conectados son más eficientes. Pero el aumento del trabajo a distancia, y un incremento en la distribución geográfica de nuestras locaciones, hacen que entablar vínculos entre colaboradores sea exponencialmente más desafiante. En Globant, medimos la fortaleza de las relaciones entre las personas usando StarMeUp y descubrimos que quienes respetaban fuertemente el trabajo de sus compañeros eran los que también completaron más proyectos a tiempo y recibían mejores Net Promoter Scores (NPS) de los clientes.
En Globant, siempre contamos con una cultura de reconocimiento sólida unida a los valores de nuestra organización. A mitad de marzo, principios del desarrollo de la pandemia del COVID-19, vimos una pequeña caída en el número de vínculos durante la adaptación a las nuevas modalidades de trabajo desde casa. Luego de una semana de aclimatamiento y ajustes, vimos que las relaciones volvieron y tan fuertes como siempre.
Este cambio implicó que casi toda nuestra gente pasara a trabajo desde casa de un día para el otro. Podría haber sido difícil -si no imposible- saber si todos seguían relacionándose y colaborando de no ser por el analytics que nos brinda nuestra plataforma de cultura digital StarMeUp.
Lo que nuestra data nos mostró era increíblemente importante porque, por un lado, vimos cómo nuestros la gente se unió en comunidad para colaborar y darse apoyo unos a los otros; y por el otro lado sabíamos que seguíamos brindándole resultados a nuestros clientes aún antes de procesar nuestros puntajes de NPS y los ratings de satisfacción. Esos datos e insights les brindaron a nuestros líderes la tranquilidad de que nuestra cultura organizacional en tiempos de pandemia hacía que las personas se re-alinearan, adaptaran y le dieran soporte a los clientes mucho más efectivamente que antes.
Manteniendo comunicaciones fuertes
Las empresas trabajan constantemente en lograr una comunicación organizacional eficaz en la medida en sigue aumentando el número de canales donde comparten información y disminuyendo la capacidad de atención de las personas. Comunicarse de manera clara y concisa es probablemente más importante que nunca, pues llegar a una fuerza laboral distribuida presenta un desafío importante; y muchas organizaciones tienen aún mayor cantidad de noticias que compartir mientras ajustan sus estrategias según la evolución de la situación a velocidad récord.
Si volviéramos el tiempo atrás a los días de Paul Revere, diríamos que una forma eficiente de asegurar que los mensajes lleguen a sus destinatarios es divulgarlos a través quienes conocen a la gente correcta. Pero, ¿cómo puedes identificar a esos individuos en tu organización? Actualmente estamos colaborando con varias compañías para que puedan identificar a esta gente que está bien conectada con sus compañeros y que tienen relaciones con los grupos más diversos, y aconsejándoles cómo pueden convertirlos en una parte estratégica de su plan comunicacional.
Despertando la innovación
Más allá de los desafíos que atraviesan las empresas, inventarse y reinventarse siempre fueron cruciales para que sean líderes en el mercado. Al trabajar desde casa, muchos colaboradores también están malabareando con otras responsabilidades adicionales en sus hogares, por lo que cumplir con sus tareas puede convertirse fácilmente en todo lo que pueden manejar; perdiendo el foco de la innovación.
Es esencial crear fuerzas de trabajo o proyectos que promuevan la colaboración interdisciplinaria, pero medir que esto suceda en momentos como post lanzamiento o en cualquier momento del desarrollo de la tarea es lo que asegura su éxito.
Promoviendo la inclusión
La diversidad y la inclusión no son sólo objetivos “lindos de cumplir” para la mayoría de las compañías. Sin embargo, incluso los mejores pueden correr la atención de esta meta cuando los esfuerzos para mantener ganancias y márgenes de beneficios se hacen más urgentes y complejos.
En un momento de crisis es fácil solamente interactuar con los individuos similares a nosotros, pero ese comportamiento representa una gran amenaza para los esfuerzos de inclusión que lleva adelante una organización. Este tipo de dinámica puede obstaculizar el desarrollo de los colaboradores como también generar en los grupos minoritarios una sensación más profunda de aislamiento.
Los datos y el analytics son fundamentales para implementar una estrategia que asegure que los individuos de diversos orígenes y experiencias interactúen con sus colegas, y que el lugar de trabajo sea inclusivo. Este esfuerzo es esencial en términos morales, aunque contar con un ambiente más inclusivo también impacta positivamente en los niveles de eficiencia, innovación y comunicación.
Conectividad durante el COVID-19
Durante la pandemia, las necesidades de los colaboradores están evolucionando rápidamente. A medida que las compañía vayan ajustando y re-ajustando sus estrategias para dar cuenta de las nuevas condiciones laborales, será crítico que comprendan el impacto que éstas tienen en las relaciones de los colaboradores y evaluar su efectividad en tiempo real para determinar sus iteraciones futuras. Es igual de importante medir la fortaleza de las conexiones de los conexiones entre colaboradores como conocer cuántas personas se están relacionando.
Hoy en día los negocios están lidiando con muchos desafíos. El fortalecimiento de la cultura organizacional genera unidad y vínculos sólidos. Ser capaces de entender esa cultura e impulsarla con datos y analytics es crítico para elaborar una estrategia que permita obtener mejores resultados durante la recesión.